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martes, 23 de agosto de 2011


Bermúdez Cañete, el baenense que cuestionó a Keynes

Hace ahora 75 años, el 21 de agosto de 1936, era asesinado el periodista, economista y político baenense Antonio Bermúdez Cañete. Su trayectoria, que no escapa de la polémica, es la de uno de los principales intelectuales cordobeses de la primera  mitad del siglo XX. Bermúdez Cañete se convirtió en el primer responsable de la sección de economía del diario El Debate y llegó a cuestionar las doctrinas de Keynes, al que entrevistó para el periódico madrileño en junio de 1930, o el régimen nazi, siendo expulsado de la Alemania hitleriana. Tampoco escaparon de sus críticas las clases acomodadas de la Andalucía rural. Bermúdez Cañete se convirtió en un firme defensor del turismo como fuente de desarrollo.

FRANCISCO EXPÓSITO.
La trayectoria del periodista, economista y político baenense Antonio Bermúdez Cañete ha quedado olvidada durante setenta años, a pesar de que algunas de sus ideas tienen plena vigencia, sobre todo cuando se analiza la visión del aceite que tenía en los años treinta o su defensa del turismo como sector clave para España. La biografía de Antonio Bermúdez Cañete (Baena, 1898-Madrid, 1936) estuvo marcada por el inconformismo vital que le llevó a buscar soluciones a la diferenciación social que existía en Andalucía, analizó la historia económica española tras una profunda preparación en la doctrina financiera en países como Alemania o Inglaterra, ejerció como periodista en la Alemania nazi (de donde fue expulsado por sus críticas a Hitler), estuvo en la guerra italoabisinia y dirigió la sección económica de El Debate. Vinculado a los movimientos iniciales de la JONS, fue elegido diputado por la CEDA en 1936 y en agosto fue asesinado.
     Esa convulsa trayectoria vital estuvo marcada por sus profundas ansias de conocimiento tras nacer en una familia acomodada de Baena y, pronto, comenzar a cuestionar el sistema clasista que provocaba que los propietarios fueran cada vez más ricos y los trabajadores se hundieran en la miseria. En una breve biografía fechada en 1930 reconoce, en tercera persona, que "a los 14 o 15 años de edad, impresionado por el problema social agrario de aquella tierra y la pobreza de muchos de sus habitantes, se decidió a dedicar su vida a estudios de Economía que pudiesen proporcionar un medio para tratar de solucionar aquellos problemas".
     Varias fueron las preocupaciones de Bermúdez Cañete cuando analiza la situación económica, aunque destacan sus aportaciones sobre el turismo y el aceite. Creía en las posibilidades de Andalucía, aunque criticaba la estructuración social. "Andalucía --aseguraba-- es el país económicamente completo (...). El subsuelo, menos aluminio, de todo posee, y el suelo es tan rico que su abundancia constituye un tópico universal: produce trigo que le sobra, aceite que la enriquece, frutos que le dan fama y vinos que la hacen tierra de leyenda. La cañaduz se mezcla con la remolacha; el algodón con el cáñamo, el plátano con el manzano. Tiene nieve y sol, lluvia y sequía. Si la aislasen del resto del mundo viviría como si tal cosa (...). Me diréis que escasea la industria. Pero como sus habitantes no son lerdos, podrían crear lo que les faltase".
     Lejos queda la visión que, cuatro años antes (en 1927), Ortega y Gasset mostraba de los andaluces: "Se dice pronto holgazanería, aunque es una palabra bastante larga. Pero el andaluz lleva unos cuatro mil años de holgazanería, y no le va mal. En vez de afrontar el hecho con pedante ademán de maestro de escuela y atribuir a este pueblo viejísimo la nota de pereza como una calificación escolar, mejor será que abramos bien los ojos y agucemos la mente a fin de entenderlo".
     Bermúdez Cañete lamentaba la situación en la que se encontraba el olivar, criticaba la organización que presentaba y la falta de formación de los dirigentes de las empresas agrarias. Tampoco consideraba válido el sistema cooperativo existente: "En España, y para la organización cooperativa del comercio del aceite, tropezamos, además, con una dificultad casi insuperable. La existencia de directores aptos. Los beneméritos actuales directores del movimiento son los primeros que carecen de la preparación adecuada comercial. En reducidas proporciones, y para organizar la venta directa al consumidor, sí serían, sin embargo, viables".
     El periodista baenense no era muy optimista con el futuro del sector del aceite de oliva, tanto por los altos costos de producción, como por la organización defectuosa de los productos y la falta de preparación técnica de los comerciales y exportadores. Para evitar la bajada del precio del aceite de oliva proponía disminuir la oferta, aumentar el consumo o promover ambas vías a la vez. Eso sí, consideraba que para vender más aceite en el exterior la publicidad debería jugar un protagonismo importante y llegaba a sugerir, en el caso de los mercados anglosajones, que se adaptara el gusto del aceite español a lo que demandaban estos potenciales consumidores. Además, calificaba de inapropiada organización de la agricultura andaluza, con elevadas tasas de paro y con una importante capitalización de la tierra. Por eso, llegó a proponer una reforma agraria en la que la propiedad de la tierra pasara al Estado y éste la cediese al campesino por una renta o canon anual.
     En 1930, con motivo de una entrevista a Keynes en junio de 1930, cuestionó el optimismo economicista del intelectual inglés y se entabló una agria polémica entre el periódico El Debate y El Sol, a propósito de la visita que hizo a Madrid. En los últimos párrafos de la entrevista que hizo Bermúdez Cañete se recoge la visión que tenía la familia Keynes de España: "Es la hora de la cena inglesa. Me pongo de pie, mientras al preguntarle ritualmente por su opinión de España, la Sra. de Keynes, subrayando la admiración de su marido por nuestra patria y por Madrid (donde estará aún dos o tres días), agrega en correcto y cadencioso castellano: sí, España es un país ideal. El Museo del Prado, con sus Grecos, es único; Toledo es admirable y El Escorial una maravilla. Otras veces, he estado en Andalucía. Me gusta mucho con sus flores y sus ciudades; pero... y aquí pasa al inglés, para dar más fuerza a su pensamiento —prefiero a Castilla. La pobre España, que para comer ha de trabajar con ingenio y habilidad...". La entrevista finaliza con la siguiente reflexión del periodista baenense: "Lleva razón. Me despido. Y al ir a tomar el automóvil extranjero, el viejo pensamiento vuelve a mi: “todos lo decimos: Técnica y Economía es lo que nos hace falta”. ¿Por qué no lo haremos?".

EL TURISMO
Bermúdez Cañete veía el turismo como un instrumento importante para reducir el déficit comercial español, para lo que sugería una industrialización del sector. Entre las medidas que proponía para su mejora se encontraba una modernización de los ferrocarriles y del servicio que se prestaba, con la compra anticipada del billete, pero también con el establecimiento del "cheque de viaje" que permitiera el transporte del dinero a los turistas. Bermúdez Cañete insistía también en el incremento de la propaganda para dar a conocer los valores turísticos, el desarrollo de mejores establecimientos de alojamiento para los turistas o la conservación de los tesoros artísticos de España. "Propaganda múltiple, que será eficaz, que nos traerá ricos de todo el mundo, que es lo que nos hace falta... Hagamos de nuestra España un lugar de moda. ¿Que la moda es estúpida? Mejor; una razón más para explotarla", escribía en 1926. Asimismo, defendía las peculiaridades de la España profunda: "Cada pueblo debe tener sus trajes y sus costumbres típicas, que no pueden ser motivo de vergüenza".
     Y si el turismo era importante para Bermúdez Cañete, no menos la industria, sector que pensaba que debía ser el futuro de España: "Estamos convencidos, que la exportación de aceite, vino, naranjas y materias primas para variados sectores de la industria, etc., no basta para cubrir la importación de productos manufacturados, que corresponde a un país culto y moderno como es España. Aun cuando poseyera España muchas mejores condiciones para el cultivo, no bastarían sus exportaciones, porque no podría resistir la competencia de países menos poblados en los que las tierras y, por tanto, los productos serían más baratos". Por eso instaba a una explotación y transformación de los yacimientos minerales, mejorar la técnica utilizada, fomentar la investigación en la Universidad y proteger en los primeros momentos esa industria que estaba surgiendo. En aquellos convulsos años treinta, defendía la primacía económica sobre la política: "El problema de España no está en la libertad teórica que concede esta o aquella constitución, ni en la perfección puramente formal de un régimen, sino en el desarrollo económico que aumente el mísero nivel de vida de los españoles y en la educación individual y colectiva que nos haga más aptos para un régimen democrático y de libertad".

viernes, 12 de agosto de 2011


Las siete maravillas de Córdoba (II)

FRANCISCO EXPÓSITO. AGOSTO 2011.
Cualquier clasificación invita a diferenciar entre las festividades de interés turístico que tienen un origen religioso de otras que se vinculan a lo profano. Entre las primeras se encuentran los actos que se celebran en la Cuaresma. Los municipios de Cabra y Baena son los únicos en los que la Semana Santa está reconocida como fiesta de interés turístico nacional, aunque Puente Genil merece tal distinción por su peculiaridad y tradición. Si en Puente Genil destacan sus centenares de figuras bíblicas, en Cabra resalta su valioso patrimonio y tradición cofrade. En Baena asume el protagonismo las hermandades que tocan el tambor, destacando las dos turbas de judíos (coliblancos y colinegros) y las representaciones bíblicas. A estos tres municipios hay que unir una decena que tienen la declaración turística de Andalucía, entre los que se encuentran Córdoba, Priego, La Rambla, Montilla o La Rambla. Entre las fiestas de origen profano hay que destacar el festival de los patios de Córdoba,  de interés turístico nacional y patrimonio universal del mes de mayo. La celebración recupera el protagonismo de la típica casa andaluza, que hunde raíces en la Córdoba romana y musulmana.

EL CASTILLO MÁS IMPONENTE
El tiempo ha conservado algunas destacadas fortalezas de la provincia, mientras que ha derruido almena tras almena otros baluartes defensivos cuando en el siglo XIX y en el XX se utilizaron sus centenarias piedras como material de construcción para edificios civiles como almazaras. El perfil impresionante del castillo de Belalcázar, con su imponente torre del homenaje, ha quedado casi reducida a fachada por el deterioro que ha sufrido. Hace unos años fue elegido el monumento más representativo de Los Pedroches. José Manuel Cuenca Toribio y Joaquín Criado lo seleccionan como el más importante.
El camino de hierro del tren de alta velocidad permite observar en lo más elevado de un monte el perfil de uno de los que mejor se conservan, el castillo de Almodóvar. Sin embargo, para Mercedes Valverde, coautora de uno de los libros más completos sobre fortalezas de la provincia, tiene una especial significación el situado en Montemayor. “Es el menos restaurado y uno de los que más destacaría”, asegura.

EL CASCO HISTÓRICO
La provincia presenta algunos cascos históricos que han logrado conservar su esencia centenaria, como sucede con la localidad de Priego, cuna del barroco cordobés y un despliegue monumental en sus barriadas más tradicionales. La plaza ochavada de Aguilar mantiene su encanto constructivo, al igual que el casco antiguo de Montoro. Bellas imágenes se despliegan desde Iznájar, que convive con el mayor embalse de Andalucía. Sin embargo, cuando se cuestiona sobre el casco histórico de mayor atractivo no hay dudas. Reconocido como patrimonio de la humanidad por la Unesco, el conjunto monumental de Córdoba atrae cada año a miles de turistas ansiosos de conocer el entramado de callejuelas de la Judería, el lugar de encuentro de civilizaciones y religiones. “Amalgama de culturas varias y de estilos diferentes, síntesis de la larga historia de la ciudad, en el que cada periodo histórico ha dejado su impronta y le ha transferido su espíritu. Es un casco histórico vivo, con alma, cuya vida tenemos la bonita y honrosa obligación de conservar por los siglos de los siglos”, afirma Joaquín Criado. En la conservación incide también Cuenca Toribio. “Tengo la esperanza de que haya una auténtica política de conservación. Para mí es una de las maravillas del mundo, a pesar de su gran deterioro”, indica. Otro lugar de Córdoba, la Plaza del Potro, es para Mercedes Valverde el lugar de más encanto: “Es ilógico que no se declarase como patrimonio de la humanidad esta plaza del siglo XV”.

EL MONUMENTO NATURAL
Tres parques naturales (Cardeña-Montoro, Sierras Subbéticas y Hornachuelos), una reserva de la biosfera (Dehesas de Sierra Morena), humedales con la máxima distinción internacional (Lagunas del Sur de Córdoba) y dos monumentos naturales (Cueva de los Murciélagos y Sotos de la Albolafia) son algunos de los parajes protegidos por su riqueza ambiental, núcleos de especies emblemáticas como el lince ibérico, el lobo o el águila imperial.
Rafael Arenas es biólogo y jefe de servicio de la Consejería de Medio Ambiente en Córdoba. Para Arenas hay un espacio en la zona occidental de Sierra Morena que tiene un atractivo especial. Se trata de la Sierra de los Santos (Hornachuelos), “el área natural que mayor futuro tiene para la conservación de la biodiversidad”. El rasgo principal es la ausencia de elementos antrópicos (poblaciones, carreteras y líneas eléctricas) y una densidad de población muy baja. Como reconoce Arenas, en este paraje se localiza la mayoría de las parejas de águila real, perdicera, buitre leonado, buitre negro y cigüeña negra. “También se encuentran un tercio de las parejas reproductoras de águila imperial, y se esconde el único núcleo de lobo”, indica.
A menos de 20 kilómetros de Córdoba está una de las manchas de bosque mediterráneo mejor conservadas, la zona del Bajo Guadiato. Joaquín Reina, portavoz de Ecologistas en Acción, selecciona este paraje que se enmarca entre los términos de Villaviciosa, Hornachuelos y Córdoba y que reúne vegetación y fauna de gran riqueza ambiental, con lugares conocidos como los Baños de Popea, el arroyo del Molino, Guadanuño o Los Arenales. “Es una de las joyas de la naturaleza de Córdoba por su vegetación, situación estratégica y por la fauna existente. Las mejores manchas de monte mediterráneo de Andalucía están aquí”, indica.

miércoles, 10 de agosto de 2011


Las siete maravillas de Córdoba (I)

La historia deja huellas que abren puertas para revivir el pasado de una ciudad, lugar de encuentro de civilizaciones, cruce de caminos de íberos, romanos y musulmanes.

FRANCISCO EXPÓSITO. AGOSTO 2011
Córdoba y su provincia atesoran un patrimonio histórico, cultural y natural que ha sido reconocido por la Unesco, por los miles de turistas que descubren sus monumentos o por los investigadores que muchas centurias después tratan de encontrar respuestas a incertidumbres de cordobeses universales. El objetivo de las próximas líneas es presentar algunas de las maravillas que, por tenerlas tan cerca, pasan desapercibidas. Académicos e investigadores seleccionan cuál es el personaje más influyente de la historia de Córdoba, el edificio religioso que ningún visitante debería dejar de conocer, el monumento natural de más interés, la celebración festiva que nadie se debe perder, el casco histórico con más encanto, el libro publicado por un autor cordobés que todos deberían haber leído o el mejor castillo del amplio territorio provincial.

EL PERSONAJE MÁS INFLUYENTE
El paso de las culturas descubre biografías de cordobeses universales que protagonizan libros, reflexiones y mucho debate academicista. Por eso no resulta extraño la multiplicidad de opiniones cuando a un especialista se le pregunta: ¿Cuál es el personaje más influyente de la historia de Córdoba? Surgirán entonces nombres como Séneca, Maimónides, Averroes, Abderramán III, El Gran Capitán, Luis de Góngora o Niceto Alcalá Zamora.
José Manuel Cuenca Toribio, autor de la Historia General de Andalucía, investigador y catedrático emérito de la Universidad de Córdoba, destaca a dos escritores y a un gobernante. “Me partiría el alma entre Góngora y Juan Valera. Góngora es el mayor genio de la poesía española y Valera es el más cosmopolita de los cordobeses y uno de los mayores aperturistas de la España de los dos últimos siglos”, asegura Cuenca Toribio, que también tiene entre los cordobeses ilustres a Abderramán III, “un genio del poder, una de las personas que tuvo mayor capacidad y sentido del poder”.
Joaquín Criado es el director de la Real Academia de Córdoba. Como Cuenca Toribio, considera que Góngora debe figurar en cualquier selección. Así, piensa que la influencia de Góngora “está patente en infinidad de escritores en lengua castellana o española en los últimos 350 años”. Junto a éste, el otro personaje debería ser Séneca, “pensador de talla universal, que ha influido en filósofos y moralistas de todo el mundo en los últimos dos mil años”.
El profesor Joaquín Mellado, ex decano de la Facultad de Filosofía y Letras, marca diferencias, pero también relaciones, entre la cultura romana y musulmana cuando analiza la cuestión. Entre los cordobeses romanos selecciona a Séneca, por el impacto que tuvo su pensamiento en los siglos posteriores, mientras que en el Califato considera que hay que situar a Abderramán III, gobernante durante el que se produjo la eclosión de Córdoba.

EL MONUMENTO RELIGIOSO
Como sucede para los miles de visitantes que llegan a Córdoba, la Mezquita es considerada por los especialistas el principal atractivo, pero también uno de los más importantes de nuestro país, no sólo por la innovación que supuso en el arte musulmán, sino también porque integró el arte bizantino y fue modelo para posteriores construcciones. La directora de los museos municipales de Córdoba, Mercedes Valverde, no duda en resaltar su importancia: “Debemos considerarla como una de las siete maravillas del mundo”, asegura. “La Mezquita es el lugar donde el misterio de la divinidad se siente más fuerte”, afirma Cuenca Toribio.
El profesor Joaquín Mellado considera que la construcción de la Mezquita demostró la superioridad cultural de Córdoba en aquella época y establece una línea de conexión entre la civilización romana y musulmana. “Cuando triunfan los musulmanes, son conscientes de su superioridad cultural en el momento de edificar la primera mezquita. Para ello, sitúan en lugar de privilegio las columnas romanas en la Mezquita. Dignifican su monumento y lo engalanan con lo que consideran más digno”, precisa. Tampoco tiene dudas el director de la Academia: “La Mezquita-Catedral es un monumento único en el mundo, fruto de una colaboración necesaria y aceptada de tres civilizaciones o tres culturas para su construcción inicial”.
El recorrido del visitante no debe detenerse sólo en la Mezquita, también ha de haber tiempo para recorrer la Sinagoga judía, Medina Azahara o algunos de los templos barrocos de Priego, como la iglesia mayor de la Asunción, o la Catedral de la Sierra, situada en Hinojosa del Duque.

UN LIBRO UNIVERSAL
“La naturaleza me ordena ser útil a los hombres; sean esclavos o libres, de padres libres o libertos, de libertad legal o dada entre amigos. ¿Qué importa? Dondequiera que haya un hombre, allí hay lugar para un beneficio”. Séneca disertaba en el primer siglo de nuestra era sobre el arte de dar en su libro De vita beata (Sobre la felicidad), considerado por Ramón Román Alcalá, profesor titular de Filosofía en la Universidad de Córdoba, como la publicación que todo cordobés debería haber leído. El especialista en filosofía helenística piensa que siempre hay que hablar de dos o tres pensadores cordobeses, entre los que se encuentran Maimónides, Averroes y Séneca. Sin embargo, para Román Alcalá hay que resaltar De vita beata entre los grandes libros de todos los tiempos, junto con De la brevedad de la vida, también de Séneca. “Sobre la felicidad presenta un interés múltiple. Séneca es el primer autor que empieza a tratar temas actuales como la felicidad, la melancolía, la tristeza o la depresión. Aborda cuestiones de gran actualidad”, explica el profesor.
Los especialistas consultados no coinciden cuando tratan de seleccionar la publicación más relevante. Joaquín Criado señala Pepita Jiménez, de Juan Valera, pues considera que es “una de las mejores novelas psicológicas y costumbristas de todos los tiempos”. José Manuel Cuenca Toribio cita Historia de las agitaciones andaluzas, de Juan Díaz del Moral, y para Mercedes Valverde tiene un lugar especial en su biblioteca Paseos por Córdoba, de Ramírez de Arellano (continúa).

viernes, 5 de agosto de 2011

Pintura de Paco Ariza.

Desganados e incompetentes ante la crisis

FRANCISCO EXPÓSITO. 5 de agosto de 2011
De nuevo surge el debate sobre el adelanto del adelanto de las elecciones. No hay paciencia, sólo objetivos de miras a corto plazo. La dictadura de los mercados está gobernando España, están marcando quién debe estar al frente del Ejecutivo. Mientras tanto, algunos de los que participaron en el origen de la crisis se están frotando las manos con los beneficios de la especulación.
Europa no existe como unión. Está demostrado desde hace años. No ha interesado. Inglaterra se desmarcó hace tiempo y Alemania y Francia han buscado mercados fáciles sin fronteras para sus exportaciones. La historia juzgará a Zapatero por su incompetencia, pero también al partido de la oposición por su acoso y derribo en unos momentos críticos en los que obtener rédito político sobraba.
Las comunidades autónomas parecen darse cuenta ahora de sus dispendios, cuando la deuda las convierten en morosos a largo plazo. Sin embargo, pese a generar una alarma generalizada, se toman decisiones como la de la secretaria del PP y presidenta de Castilla la Mancha, María Dolores de Cospedal, de subir el sueldo a sus asesores en 4.000 euros. En Andalucía, siguen aún más perdidos. Griñán, el desganado, aporta poco para salir de la crisis. Está agotado tras décadas alejado del sector privado. La doble o triple administración sólo ha ocasionado sobregasto, ha favorecido intereses particulares y debates infértiles cargados de nacionalismo decimonónico.
Centenares de miles de andaluces, y también de españoles, no terminan de despertar. Formación, formación y formación. El problema es reintroducirlos en el sistema cuando sobrepasan los 35 años y tienen mentalidades de 50. El paro sigue marcando máximos. Las empresas siguen cayendo, el consumo se ha venido abajo. Y nuestros políticos pensando en mantener su posición, con discursos personalistas. Es lo que hay. Se ha perdido el respeto hacia los demás, al trabajo. La ilusión ha sido enterrada. Los derechos sociales conseguidos durante décadas se han deteriorado en meses. Toca sacrificio, mucho sacrificio, pero también responsabilidad y honestidad. Menos partidismo y más políticos capacitados.

jueves, 28 de julio de 2011

Imagen del cuartel de la Guardia Civil y del Paseo, en los años de la República.


FRANCISCO EXPÓSITO. 28 DE JULIO DE 2011
Desde hacía meses había ruido de cuarteles, aunque todo comenzó a tomar forma tras las elecciones de febrero de 1936 que dieron un inesperado triunfo al Frente Popular. Entre los estamentos religiosos se clamaba por un cambio de régimen, al igual que en los partidos de la derecha. Por eso no sorprendió el movimiento iniciado en África el 17 de julio. El teniente de la Guardia Civil del puesto de la localidad se había preparado concienzudamente para la rebelión con el apoyo de algunos baenenses. Lo que no pensaron los militares es que la guerra civil duraría casi tres años. La ola de terror se extendió a la zona nacional y a la republicana.
Tras una semana de enfrentamientos entre las fuerzas dirigidas por el teniente de la guardia civil, Pascual Sánchez, y los defensores de la República, se adoptó la decisión de tomar Baena. Los camiones requisados se concentraron en el Paseo de la Victoria de Córdoba el 27 de julio y después fueron llevados a la Escuela de Veterinaria, frente al cuartel de Artillería. Al día siguiente se había formado una “fuerte columna” con el objetivo de “pacificar” varios pueblos. En las primeras horas de la mañana de ese martes, cuando eran las cinco y media de la mañana, salió la columna dirigida por Eduardo Sáenz de Buruaga.

Dos represores de Baena
En los crímenes que se cometieron en una de las jornadas más tristes de la historia de la localidad tuvieron gran parte de responsabilidad dos personas: Pascual Sánchez y Eduardo Sáenz de Buruaga. La irresponsabilidad de Sáenz de Buruaga, premiada después por los ayuntamientos franquistas pese a que su dejadez provocó la muerte de decenas de personas en el asilo y permitió que sanguinarios miembros de la columna sembraran el terror y la muerte desde que entraron en Baena y comenzaron a subir hasta el Paseo. No hay calificativos para definir la actuación de Pascual Sánchez, la sed de venganza y su falta de escrúpulos, que lo convirtieron en uno de los primeros grandes represores del franquismo.
La primera decisión de Pascual Sánchez antes de que se produjera el golpe militar fue enviar a su familia a Ceuta. Había que evitar cualquier riesgo para sus más allegados. Después se produjo su rápida adhesión al levantamiento, asumió el control de la casa del pueblo y se apropió del libro de afiliados. Al día siguiente, 19 de julio, dictó un bando de guerra y se iniciaron los enfrentamientos entre los defensores del régimen democrático y los partidarios del golpe de estado.
El último libro de Paul Preston, El holocausto español (Debate, Barcelona, 2011), dedica cuatro páginas a la ocupación y represión de Baena, tomando como base las investigaciones de Moreno Gómez y Arcángel Bedmar. El reconocido historiador británico considera que “los sucesos de Baena encajan a la perfección en la concepción global que animaba el alzamiento militar”, que pretendía, como decía Pemán, la “quema de rastrojos para dejar abonada la tierra de la cosecha nueva”.
La injustificación y falta de rigor con la que actuaron los militares la llegó a cuestionar el teniente Fernando Rivas cuando escribió en 1972 su reportaje “La defensa de Baena” (Revista de Estudios Históricos de la Guardia Civil, número 9). “La fuerza liberadora conducía hacia la plaza central a cualquiera que encontrara con un arma o por cualquier circunstancia despertara sospechas. Aquella misma tarde, en la propia plaza, fueron ejecutados los que se creían responsables principales. Es indudable que se cometieron precipitaciones e injusticias, pues bastaba la más leve acusación por parte de un defensor para que se disparara contra el acusado”. El odio y la injusticia se extendieron por Baena.
Como ya hiciera en La guerra civil en Córdoba (1936-1939), Editorial Alpuerto, Madrid, 1985), Moreno Gómez incluyó el relato de un guardia de carabineros que venía con la columna de Buruaga y participó en la toma de Baena. Se trataba de Juan Martínez Imbern, que relacionó gran parte de los crímenes cometidos en el Paseo con Pascual Sánchez Ramírez: “Se oyó un disparo y fue el teniente de la guardia civil que disparó sobre la cabeza de uno de los tendidos. Apuntó a otro y volvió a disparar. El guardia de asalto imitaba al teniente. El periodista me dijo que era el teniente de Baena y que había estado varios días sitiado en el cuartel y que se estaba vengando de los marxistas (...). Al volver a la plaza, la mayor parte de los tendidos estaban sin vida y el teniente y el guardia de asalto continuaban tirando sobre las cabezas. Estaban tan ocupados que no se daban cuenta de lo que pasaba a su alrededor, y en un momento dado el teniente y el guardia se tropezaron el uno con el otro. El teniente le dijo: “le prohíbo que dispare un tiro más. Soy yo quien tiene que disparar”.
En los años cuarenta, Eduardo Sáenz de Buruaga recibió la medalla de oro “en méritos a los comportamientos como jefe de los paisanos y guardia civil que defendieron heroicamente la ciudad de los ataques hechos por los rojos que intentaron apoderarse de la plaza”, se le rotuló el nombre de una plaza y fue invitado a celebraciones como la feria de octubre. Pascual Sánchez Ramírez recibió también la medalla de la ciudad, aunque en la categoría de plata. Precisamente, un hijo de Pascual Sánchez, también llamado Pascual, intentó que esa medalla de la ciudad le fuera entregada a él, aunque el Ayuntamiento rechazó su petición en 1972. Mientras que algunos exigían reconocimientos por lo que sucedió en el Paseo, las centenares de personas que perecieron allí no recibieron ninguna distinción, sólo el olvido de la dictadura franquista y la represión que sufrieron muchos de sus familiares en los años siguientes. Setenta y cinco años después no se ha producido ningún reconocimiento oficial.

El asilo
Mientras Sáenz de Buruaga permitía los crímenes de Pascual Sánchez, el terror se trasladaba al convento en la tarde-noche de esa jornada. El lamentable error táctico de ambos tuvieron que callarlo durante décadas familiares de las 81 víctimas que se encontró la “columna pacificadora” al “liberar” San Francisco. Emilia Gieb, que perdió a un hermano en el asilo, recuerda la preocupación que existía entre las familias que tenían apresados en el convento:
“Mi madre se dirigió a los militares y les preguntó angustiada:
-Y San Francisco, ¿cuándo?
-Mañana, señora, le respondieron.
-Pues mañana allí no habrá ya nada que hacer, fue la contestación de mi madre”.
Esa despreocupación de la columna no justifica, en ningún momento, la sed de venganza que se produjo en el convento y que se encargaron de ejecutar los que decían defender la República, convirtiéndose en deshumanizados que asesinaron indiscriminadamente a hombres y mujeres por ser de derechas, a mujeres y niños por ser familia de ellos. Frente a los casi anónimos baenenses que murieron en la plaza, en el asilo se supo desde el primer momento quiénes fueron las víctimas, no solo por los homenajes que ya se iniciaron un año después, sino porque se encontraban conocidos dirigentes de la cultura, la economía y la política locales. Los periodistas Manuel Piedrahita Ruiz y Ramón de Prado Santaella, el promotor del periódico Todos, ex alcalde y reconocido judío de la cola negra, José Gan o los curas Pablo Brull y Rafael Contreras estaban entre los asesinados.
Solo tres días después de los crímenes de los golpistas y de los marxistas, el periódico El Defensor de Córdoba describía lo sucedido: “Baena es una ciudad que siempre fue alegre y tranquila, ciudad que hasta hace pocos años pudo presentarse como modelo. Las doctrinas marxistas envenenaron a los hijos de este pueblo y ese veneno ha quedado patente estos días”. El artículo, que se aleja del rigor histórico, da a entender que la columna actuó tras los sucesos del asilo: “Regulares, tercio y asalto penetraron en el pueblo, desplegando en guerrilla, y los criminales, los salvajes asesinos huyeron cuanto podían. Se detuvo a buen número con las armas en la mano y se cumplió en ellos la justicia”. En ese primer artículo de los hechos del 28 de julio se nombran a algunas de las víctimas del asilo, aunque no se identifica a ninguno de los que murieron en el Paseo. También se obvió en los periódicos republicanos de la época lo que pasó en el asilo.
Setenta y cinco años después, Baena sigue tratando de superar lo ocurrido esa jornada. Lejos de discursos enfrentados, el 28 de julio debería convertirse en la jornada de la reconciliación, de la memoria histórica de todos, porque todos sufrieron las consecuencias del golpe de estado militar. Centenares de familias callaron la ignominia de la sinrazón. Reaparecen cada cierto tiempo quienes exaltan los extremismos de la derecha o de la izquierda y se olvidan de que más que cifras lo que hubo fueron dramas familiares. Y más en un pueblo en el que todos se conocían En la misma placa, a la misma altura, debieran aparecer los fallecidos de los dos bandos, aunque los asesinados en San Francisco fueran recordados durante todo el franquismo. Hasta que no suceda esto seguiremos fragmentando la realidad, confeccionando un discurso incompleto y mantenedor de una visión divisionaria, creando categorías con el recuerdo de los fallecidos.

miércoles, 15 de junio de 2011

Bodega de la almazara Cortijo Suerte Alta (Albendín-Baena)

El localismo del aceite de oliva:
ideas ante la crisis

FRANCISCO EXPÓSITO. JUNIO 2011
El periodista baenense Antonio Bermúdez Cañete instaba hace ochenta años, en un ensayo titulado ‘El precio del aceite de oliva’, a que se produjera una reestructuración del sector. “Se impone –decía-, pues, una ordenación de la producción, de la exportación y del comercio, y una racionalización del régimen social de la producción. El arrendatario no será posible económicamente sino como empresario que aporte una función económica de tal, esto es, como organizador de la producción técnica y económicamente adecuada”. Bermúdez Cañete no creía en las cooperativas al considerar que el hombre “es económicamente un ser egoísta, y, por tanto, en la organización cooperativa, donde el provecho egoísta se obtiene a través del provecho del conjunto, está siempre en desventaja frente a la empresa típicamente capitalista, donde el interés particular del empresario mueve toda la organización”. El sector cooperativo parece que le está dando la razón al mantener su aislamiento y sus localismos. Bermúdez Cañete denunciará como una dificultad añadida la ausencia de directores aptos en las cooperativas. “Los beneméritos actuales directores del movimiento son los primeros que carecen de la preparación adecuada comercial”, dirá. Demandará también una mejora de los procedimientos de obtención del aceite de oliva y del comercio (o se adapta el paladar extranjero al aceite español o nos adaptamos al consumo internacional) e, incluso, propugnará la creación de un monopolio nacional del comercio del aceite de oliva.

En la actualidad, el sector sigue inmerso en dificultades que complican su competitividad, como sucede con algunas de las que pasaré a enumerar:
-Localismos. Cada municipio quiere tener su cooperativa. Cada agricultor quiere tener su aceite envasado.
-Atomización de marcas. Hay un exceso de marcas en España, en Andalucía y en la provincia de Córdoba. En el libro sobre los mejores aceites de España, de ‘Mercacei’, aparecen 153 marcas de Córdoba.
-Competencia exterior. Dificultad para acceder a determinados mercados saturados por Italia.
-Falta preparación en los cuadros directivos de las almazaras. Se valora como un éxito la venta anticipada del aceite de oliva. Hace unos años, alguna cooperativa baenense se jactaba de vender toda su campaña a Carbonell antes de iniciarse la recogida de la aceituna. Existen grandes problemas para la comercialización. A la falta de personal cualificado hay que unir otros aspectos importantes. Por ejemplo, en un estudio de la Junta de Andalucía se decía que sólo el 15% de los responsables de cooperativas dominan idiomas.
-Variabilidad de los precios (coste más alto que el de semillas, que es la principal competencia) y alternancia de producciones. El precio se ha venido abajo y nadie está sabiendo actuar para recuperarlo. Mientras tanto, almazaras de la provincia se dedican a vender su aceite sin fijar un precio al comprador, liquidando al valor medio del mes.
-Creciente plantación de olivar. Australia, Estados Unidos (Chile o Argentina) o China (una provincia con similar clima al español). Será una constante. Urge producir con el menor coste posible. Los problemas se plantearán en los olivares tradicionales. A estos, por su contribución medioambiental, son a los que hay que destinar, fundamentalmente, las ayudas agrarias.
-Falta de promoción. No se están aprovechando como sería deseable las ayudas procedentes de la Unión Europea.
-Dependencia de las ayudas comunitarias. Las subvenciones no están impulsando la capacidad emprendedora de la industria.
-Desconocimiento del producto. El comercio mundial de aceite de oliva representa apenas un 3% del total de aceites comestibles.

Ante esta situación se sugieren algunas propuestas:
-El camino hacia la creación de grandes grupos. La fusión Cordoliva y Hojiblanca dio sus frutos. La cooperativa de segundo grado, con sede en Antequera, no ha dejado de crecer. En Córdoba han tenido poco éxito otras iniciativas, como sucedió con Andóleum. En Baena urge la fusión de almazaras para no quedar aislados.
-Promoción conjunta del aceite andaluz. Coupage de variedades andaluz. El aceite que gusta en mi pueblo no es el quieren en Sanghai o Sydney.
-Creación de alianzas estratégicas entre almazaras.
-Promoción a través de la vinculación del aceite con sus valores cardiosaludables y contra el cáncer.
-Producción ecológica o integrada del aceite para acceder a determinados mercados.
-Cultura del aceite de oliva. Museos, rutas o aprovechamientos. Núñez de Prado fue innovador al unir cultura y aceite de oliva. El aceite de Baena le debe mucho al empresario baenense, aunque, quizás, se lo ha demostrado poco.
-Ideas innovadoras. El sector necesita cambios. No sólo en la fase productiva, también en la recolección y en la comercialización. Innovaciones como el brik de Arteoliva o la tarrina de Muñoz Vera con ‘Capricho andaluz’ fueron proyectos surgidos en Córdoba y que han tenido gran aceptación.

lunes, 6 de junio de 2011

OLORES Y MATICES DEL GUADAJOZ


FRANCISCO EXPÓSITO. MAYO 2011
El almanaque repetía las costumbres. Los desplazamientos del municipio al campo y del cortijo al pueblo. Mano de obra barata sobrevivía con la triada de cultivos milenarios que se extendía por el Guadajoz y la Campiña. Primero, la recogida de la aceituna, que comenzaba tras el puente de la Inmaculada y avanzaba hasta la Semana Santa. Eran más de tres meses en el campo, con escapadas puntuales al pueblo para llenar la despensa de la habitación o disfrutar de alguna fiesta local. Después continuaba la siembra del garbanzo en mayo, se iniciaba la primera siega del trigo y la avena, que finalizaba en junio. No había máquinas y las eras eran estampas de sudor y picores. La tierra no descansaba. En julio el campesino del Guadajoz se veía con una de las labores más duras, la recogida del garbanzo. Manos agrietadas por la savia que desprendía la legumbre. En todos los pueblos de la comarca se cultivaba, aunque ahora ha quedado reducido a algunas hectáreas de Castro del Río. A finales de agosto y en septiembre las avispas volaban entre los jugos de las uvas, causando más de una molestia entre los vendimiadores. El ciclo, entre preparativos de los cultivos, arado de la tierra o limpieza de maleza, completaba los doce meses. Cambiaba el color del campo, del negro aceituna, al amarillo del cereal y al verde de la uva. También los olores. Del alpechín de los meses invernales, al frescor del trigo o el dulzor de la uva. No se olvidaba la profusión de matices de las especias que impregnaban muchas casas de Espejo, pero también del resto de la comarca, cuando llegaba la matanza.
En la lejanía del paisaje rural aparecía lo urbano. Casas blancas, entre calles apretadas para estrujar los rayos del sol en verano y evitar que penetraran. Edificios situados junto al Guadajoz, como Albendín o Castro. O en montículos, como Espejo y Baena. Rodeadas de olivos, como sucedía con Nueva Carteya, pero también con los demás municipios. Y en el límite con Jaén, el pueblo más apartado, Valenzuela. Campanarios que tañían sus campanas por fiestas de guardar y en momentos luctuosos. Castillos recordatorios del territorio fronterizo que ocupaban durante la reconquista. Antiguas villas, rememoración de tiempos medievales en algunos de estos pueblos. Restos expoliados desde hacía décadas de poblados íberos y romanos. Los mejor situados extraían piedras centenarias, los demás rebuscaban la aceituna.
Luego se planificaron los ensanches, adaptaciones a la modernidad. Pero ahí quedaron, en aquellas vetustas medinas, algunas casas señoriales que marcaban las diferencias con aquellas que levantaron sus paredes de ripios y humedad y que, cuando llovía más de lo habitual, sufrían derrumbes.
El jornalero sigue yendo al campo, aunque la fuerza humana la está sustituyendo la maquinaria. Muchos de aquellos campesinos emigraron en los cincuenta y sesenta. Otros dejaron el campo por la construcción en los ochenta y los noventa del pasado siglo y ahora vuelven a los surcos. Los inmigrantes que se adaptaban a los terrones, los fríos y las lluvias, retornan a sus países ante la falta de empleo. Como hace cincuenta años. Los pueblos envejecen y la mano de obra joven emigra a la capital, a otras provincias y países. Pero el viajero podrá sentir aún los sentimientos de antaño y los matices de lo rural.
(Guía 'Córdoba por dentro. El Guadajoz')

sábado, 4 de junio de 2011

EL PROGRESO DECADENTE

 

(Hace unos años inicié una serie de artículos de opinión que titulé 'Desde la Almedina'. Se publicaron en Diario Córdoba. Éste es uno de los que apareció entonces. Lo recupero por la actualidad que tiene el tema en nuestros días).

 

Con problemas sin resolver como la inmigración, la inseguridad alimentaria, la falsa democracia rural o la vulgarización mediática, nadie hablaba de la sociedad del bienestar cuando el camino más cercano era el del progreso decadente. Cuando recurrían a la convivencia de las tres culturas y olvidaban el llanto de los inmigrantes, que soñaban una realidad virtual porque eran incapaces de sobrepasar la puerta de los patios cordobeses, rehusaban a sus genes, quizás en evolución degenerativa espongiforme. De otra manera no se podía comprender la apatía cerebral de quienes se multiplicaban incapaces de romper los hábitos economicistas. Y menos cuando el progreso importaba inseguridad alimentaria en una provincia donde la agricultura y la ganadería avanzaban como vanguardia ecológica del sur de Europa. Pero el discurso de la sociedad invertebrada de la globalización era más tentador que una naranja de la Vega. Porque abundaban los líderes que tergiversaban la democracia en las zonas rurales, aquellos que convertían ‘El príncipe’ en catecismo de poder, idolatraban con brazo en alto a Pemán y se aburrían con ‘El Quijote’. Nadie se daba cuenta entonces, pero la intolerancia crecía, la pobreza creaba yacimientos en barrios de la ciudad y comarcas enteras se despoblaban mientras diferencias partidistas manchaban las páginas. Menos mal que aún podías encontrar en el compromiso solidario la verdad que ocultaba el discurso oficial y rehusar del redil de pelotaris surgidos de la vulgarización mediática.

(Diario Córdoba. 29-I-2001)

PROPUESTAS TRAS LAS ELECCIONES DEL 22 DE MAYO



Las elecciones municipales del 22 de mayo han provocado que el Ayuntamiento tenga un nuevo reparto de concejales: el PSOE ha conseguido 10 de los 21 concejales, mientras que PP ha logrado 7 ediles e IU, 4. El Gobierno municipal requiere un impulso a través de una mayor participación social. Como baenense, sugiero una serie de medidas que considero interesantes para contribuir a mejorar la realidad actual.

IDEAS PARA LA RENOVACIÓN

A.- Sociedad civil
1. Hay que recuperar modelos de participación con instrumentos de debate y consenso que sólo miren el futuro de Baena y no el egoísmo partidista, aprovechando las tecnologías de la información y la comunicación.
2. Hay que volver a poner en marcha los consejos locales de la juventud, de cultura, de medio ambiente y, sobre todo, un consejo económico y social que plantee medidas de captación de empresas, ayudas a los autónomos y formación de los desempleados.
3. Puesta en marcha de un buzón de quejas del ciudadano.
4. Creación del Defensor del Ciudadano.

B.- Economía
1. El turismo es una propuesta arriesgada cuando Baena tiene sus limitaciones ante otros municipios. Hay que creer en la cultura para impulsar un turismo cultural, pero también gastronómico (relacionando olivar y cultura milenaria) o arqueológico.
2. La apuesta por Torreparedones no puede ser un eslogan electoral, sino que debe ser firme. Por eso, hay que mantener la inversión en este proyecto.
3. La cueva del Yeso es un atractivo importante para un turismo selecto en la espeleología, viendo las dificultades que entraña su apertura general. Si no es posible su apertura, se podría hacer, junto al centro de interpretación de Torreparedones, una recreación de la cueva.
4. El Ayuntamiento debe favorecer e impulsar el debate para la fusión de las cooperativas olivareras.
5. El Tejar ha de aportar valor añadido como parte integrante de un ciclo ecológico de la producción de aceite de oliva.
6. Hay que apoyar a las empresas de atención a la tercera edad y las residencias de mayores como atractivo económico.
7. Es necesario crear una bolsa pública de empleo que no discrimine/favorezca por cuestión de ideología.
8. No podemos condenar a que Baena sea la ciudad del olivar y el aceite cuando vemos las debilidades del sector y su desintegración. Hay que aprovechar su potencialidad, para lo que se requiere una apuesta decidida por la integración que cree empresas cooperativas competitivas.

C.- Cultura
1. La Semana Santa no debe capitalizar la cultura baenense, aunque se ha de impulsar a través del apoyo real a las hermandades y cofradías.
2. Se debe promover un reparto público de ayudas a la Semana Santa por su contribución a la conservación del patrimonio artístico y a la economía de la ciudad, a través de una convocatoria anual.
3. Hay que apoyar a las asociaciones culturales e incrementar los servicios de la biblioteca municipal, con la creación de clubes de lectura, inversión bibliográfica y potenciación de la sección de autores locales.
4. No hay que olvidar la creación de una hemeroteca con la recopilación de todas las noticias que aborden temas de la localidad, como fuente de documentación de la realidad actual.
5. Se debe emprender la digitalización y difusión de los fondos del archivo municipal y llevar a cabo un registro de asociaciones de Baena. Apuesta real por la Fundación Juan Alfonso de Baena, como núcleo catalizador en España de los Cancioneros y especialización en la literatura medieval. Puesta en marcha de un portal internacional con medios para la investigación a través de las relaciones con la Universidad de Córdoba y otras instituciones especializadas.
6. Creación de una sala de exposiciones permanente y conversión de la Casa de la Cultura en sede de las distintas asociaciones culturales de la localidad.
7. Convocar becas de investigación para profundizar y divulgar la historia, la literatura y la economía de Baena. Inversión permanente en el museo de Baena.
8. Aprovechamiento real de los distintos espacios culturales de la ciudad (castillo, biblioteca, Casa de la Cultura...).

D.- Educación
1. Mantenimiento de la Escuela de Idiomas y potenciación de sus recursos para atraer más alumnos.
2. Fomento de la formación laboral para desempleados, en coordinación con las distintas administraciones competentes.
3. Wifi gratuito en los centros culturales y edificios públicos.
4. Recuperación de la UNED. Potenciación de las escuelas deportivas, en coordinación con los distintos centros educativos.

E.- Desarrollo
1. Elaboración de un plan estratégico de Baena.
2. Reivindicación de la autovía Badajoz-Granada.
3. Centro de creación de empresas para jóvenes emprendedores y servicio de consultoría al emprendedor.
4. Potenciación de la Asociación para el Desarrollo, con mayor participación empresarial y menos influencia política.

F.- Administración
1. Auditoría interna para conocer el estado real de las cuentas municipales.
2. Potenciación de los servicios públicos y del trabajo del empleado público, frente a los contratos de obras y servicios.
3. Reducción de las delegaciones de gobierno, a través de la integración en grandes áreas de administración con mayor coordinación.
4. Gobierno en consenso institucional con los distintos grupos políticos.
5. Limitación de los cargos políticos: 8 años.

7. -Mancomunidad
Análisis de viabilidad y regeneración de los órganos mancomunados.

miércoles, 25 de mayo de 2011




Yo soy inmigrante en Baena, ¿y tú?
Baena ha sido uno de los grandes municipios de la provincia que se ha sabido adaptar a las necesidades que requiere la población inmigrante, aunque existen aún grandes carencias para responder a las demandas de los habitantes que están llegando a nuestro municipio en los últimos años. Baena y Albendín no serían hoy lo que son sin la aportación de este colectivo que se ha convertido en mano de obra importante para las labores agrarias, pero también para la hostelería y el sector servicios. Tampoco hay que olvidar que la localidad ha superado la barrera de los 20.000 habitantes gracias a ellos. Solo hay que mirar el último padrón, con fecha a 1 de enero de 2010, en el que se refleja que Baena tiene registradas 19.798 personas nacidas en España y 1.064 de otros países. Y eso que en los últimos años se está produciendo una contención. La crisis económica ha frenado la llegada de inmigrantes a la provincia de Córdoba en los últimos dos años, aunque fue durante el 2010 cuando se constató de manera más importante el frenazo en el empadronamiento de extranjeros. Los últimos datos disponibles revelan que hay 25.090 empadronados no nacionalizados (aunque hay 30.643 nacidos en el extranjero, de los que algunos no entrarían en la definición de extranjero al haberse nacionalizado), solo 289 más que en 2009, lo que supone el menor aumento desde el año 1998, cuando la subida respecto a 1996 fue de 241. A pesar de esto, Córdoba se sitúa entre las provincias andaluzas en las que se ha detectado un mayor incremento de personas de otras nacionalidades entre el 2008 y el 2010, ya que el aumento ascendió al 14,3%, superando la media nacional (8,3%) y andaluza (12,04%), y solo por detrás de Sevilla (22,4%) y Almería (14,49%). No obstante, hay que resaltar que la provincia es, tras Jaén (20.225 extranjeros), la que tiene menos foráneos empadronados (25.090).

EVOLUCIÓN DE BAENA
El incremento del número de inmigrantes llegados a Baena en la última década ha sido significativo. En el año 2001 solo había 114 extranjeros censados de un total de 19.692 empadronados. Sin embargo, el crecimiento económico y la necesidad de mano de obra, y no el efecto llamada como se llegó a asegurar en algunos años por parte de algunos grupos políticos, provocaron un aumento considerable del número de inmigrantes que se quedaron en Baena. Nuestra localidad se convirtió en los años de mayor desarrollo anteriores a la crisis como el tercer municipio con más inmigrantes enpadronados. Así, a 1 de enero de 2008 había 1.522 nacidos en otros países (la cifra más alta de la serie), con lo que se convertía en el tercer municipio de Córdoba, tras la capital (10.783) y Lucena (2.670). Sin embargo, en los últimos dos años se ha producido un descenso por las dificultades para encontrar trabajo. En 2009 había 1.149 y en 2010 los comentados 1.064. La mayoría son rumanos (687), seguido de marroquíes (58) y ecuatorianos (33).

LOS PROBLEMAS
Uno de los colectivos que más están sufriendo la crisis es la población inmigrante. Frente al apoyo social que puede encontrar cualquier español en la familia para paliar el fuerte descenso de ingresos, los extranjeros están desarraigados en un lugar que les sigue siendo extraño. A esto se une el endeudamiento que muchos han tenido que asumir para desplazarse. De no haber sido por esta población, el crecimiento demográfico hubiera sido muy reducido, con los consiguientes problemas que esto plantea para las zonas rurales el envejecimiento y el despoblamiento. Salvador de Prado es presidente de la Federación Andaluza de Empresas Cooperativas Agrarias (Faeca) en Córdoba. En el año 2008 lo decía muy claro en Diario Córdoba. “Los inmigrantes ya son fundamentales para las labores agrarias del campo cordobés”.
Sin embargo, tampoco han faltado las denuncias sindicales sobre la situación en la que se encuentran muchos de ellos. En octubre de 2010, el secretario de Política Social y Migraciones de CCOO en Córdoba, Said Faz, denunciaba la persecución a la que se estaban viendo sometidos los inmigrantes por parte de la Administración, los recortes en materia de acogida e integración y los efectos que generaría la reforma laboral. Faz afirmaba que los inmigrantes “son los grandes olvidados de la crisis”. Faz también denunció que empresarios están amenazando a los inmigrantes con despedirlos ampliando las jornadas laborales, les obligan a darse de alta en la Seguridad Social abonando los trabajadores la cotización y tienen que trabajar en domingo y festivos. “Se busca inmigrantes para explotarlos y abaratar el contrato”, dijo.
El sindicato UGT también denunció en enero de 2007 la situación que se estaba observando en la provincia de Córdoba. Jornadas de más de ocho horas por menos de 15 euros (el 41% del salario de entonces y unas dos horas más de lo establecido), trabajadores que son contratados sin una vivienda digna e inmigrantes en los tajos en situación irregular fueron algunas de las denuncias que lanzó el secretario regional de la FTA-UGT, Pedro Marcos, al analizar el desarrollo de la campaña de la recogida de la aceituna. Marcos señalaba que en algunos tajos de Montoro se había descubierto que los empresarios pagaban entre 10 y 15 euros a inmigrantes por una jornada en la que tenían que trabajar unas dos horas más de lo fijado en el convenio.

NUEVOS TIEMPOS
Aunque los tiempos cambian, se siguen repitiendo hábitos del pasado. En el primer tercio del siglo XX se hizo habitual que los ayuntamientos implantaran la gota de leche entre los niños de las familias más humildes porque se morían al no tener nada que comer. En la primera mitad de los cuarenta se crearon comedores públicos para alimentar a una gran mayoría de la población en las zonas rurales y urbanas. Los años cincuenta y sesenta trajeron la emigración de miles de baenenses que no veían un futuro en su lugar de nacimiento. A partir del año dos mil se ha reinvertido la tendencia. Vienen inmigrantes a trabajar, aunque han reaparecido los comedores públicos porque aún no se ha progresado suficientemente en su integración. Para hacer frente a las grandes necesidades que se están planteando, las organizaciones Cruz Roja y Baena Solidaria están redoblando sus esfuerzos para paliar las carencias que tienen los centenares de personas que llegan con la recogida de la aceituna. Siempre me viene a la cabeza una frase del suizo Max Frisch, que allá por los años sesenta definió como nadie la realidad de la población inmigrante: “Queríamos trabajadores, pero vinieron personas”.