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martes, 23 de agosto de 2011


Bermúdez Cañete, el baenense que cuestionó a Keynes

Hace ahora 75 años, el 21 de agosto de 1936, era asesinado el periodista, economista y político baenense Antonio Bermúdez Cañete. Su trayectoria, que no escapa de la polémica, es la de uno de los principales intelectuales cordobeses de la primera  mitad del siglo XX. Bermúdez Cañete se convirtió en el primer responsable de la sección de economía del diario El Debate y llegó a cuestionar las doctrinas de Keynes, al que entrevistó para el periódico madrileño en junio de 1930, o el régimen nazi, siendo expulsado de la Alemania hitleriana. Tampoco escaparon de sus críticas las clases acomodadas de la Andalucía rural. Bermúdez Cañete se convirtió en un firme defensor del turismo como fuente de desarrollo.

FRANCISCO EXPÓSITO.
La trayectoria del periodista, economista y político baenense Antonio Bermúdez Cañete ha quedado olvidada durante setenta años, a pesar de que algunas de sus ideas tienen plena vigencia, sobre todo cuando se analiza la visión del aceite que tenía en los años treinta o su defensa del turismo como sector clave para España. La biografía de Antonio Bermúdez Cañete (Baena, 1898-Madrid, 1936) estuvo marcada por el inconformismo vital que le llevó a buscar soluciones a la diferenciación social que existía en Andalucía, analizó la historia económica española tras una profunda preparación en la doctrina financiera en países como Alemania o Inglaterra, ejerció como periodista en la Alemania nazi (de donde fue expulsado por sus críticas a Hitler), estuvo en la guerra italoabisinia y dirigió la sección económica de El Debate. Vinculado a los movimientos iniciales de la JONS, fue elegido diputado por la CEDA en 1936 y en agosto fue asesinado.
     Esa convulsa trayectoria vital estuvo marcada por sus profundas ansias de conocimiento tras nacer en una familia acomodada de Baena y, pronto, comenzar a cuestionar el sistema clasista que provocaba que los propietarios fueran cada vez más ricos y los trabajadores se hundieran en la miseria. En una breve biografía fechada en 1930 reconoce, en tercera persona, que "a los 14 o 15 años de edad, impresionado por el problema social agrario de aquella tierra y la pobreza de muchos de sus habitantes, se decidió a dedicar su vida a estudios de Economía que pudiesen proporcionar un medio para tratar de solucionar aquellos problemas".
     Varias fueron las preocupaciones de Bermúdez Cañete cuando analiza la situación económica, aunque destacan sus aportaciones sobre el turismo y el aceite. Creía en las posibilidades de Andalucía, aunque criticaba la estructuración social. "Andalucía --aseguraba-- es el país económicamente completo (...). El subsuelo, menos aluminio, de todo posee, y el suelo es tan rico que su abundancia constituye un tópico universal: produce trigo que le sobra, aceite que la enriquece, frutos que le dan fama y vinos que la hacen tierra de leyenda. La cañaduz se mezcla con la remolacha; el algodón con el cáñamo, el plátano con el manzano. Tiene nieve y sol, lluvia y sequía. Si la aislasen del resto del mundo viviría como si tal cosa (...). Me diréis que escasea la industria. Pero como sus habitantes no son lerdos, podrían crear lo que les faltase".
     Lejos queda la visión que, cuatro años antes (en 1927), Ortega y Gasset mostraba de los andaluces: "Se dice pronto holgazanería, aunque es una palabra bastante larga. Pero el andaluz lleva unos cuatro mil años de holgazanería, y no le va mal. En vez de afrontar el hecho con pedante ademán de maestro de escuela y atribuir a este pueblo viejísimo la nota de pereza como una calificación escolar, mejor será que abramos bien los ojos y agucemos la mente a fin de entenderlo".
     Bermúdez Cañete lamentaba la situación en la que se encontraba el olivar, criticaba la organización que presentaba y la falta de formación de los dirigentes de las empresas agrarias. Tampoco consideraba válido el sistema cooperativo existente: "En España, y para la organización cooperativa del comercio del aceite, tropezamos, además, con una dificultad casi insuperable. La existencia de directores aptos. Los beneméritos actuales directores del movimiento son los primeros que carecen de la preparación adecuada comercial. En reducidas proporciones, y para organizar la venta directa al consumidor, sí serían, sin embargo, viables".
     El periodista baenense no era muy optimista con el futuro del sector del aceite de oliva, tanto por los altos costos de producción, como por la organización defectuosa de los productos y la falta de preparación técnica de los comerciales y exportadores. Para evitar la bajada del precio del aceite de oliva proponía disminuir la oferta, aumentar el consumo o promover ambas vías a la vez. Eso sí, consideraba que para vender más aceite en el exterior la publicidad debería jugar un protagonismo importante y llegaba a sugerir, en el caso de los mercados anglosajones, que se adaptara el gusto del aceite español a lo que demandaban estos potenciales consumidores. Además, calificaba de inapropiada organización de la agricultura andaluza, con elevadas tasas de paro y con una importante capitalización de la tierra. Por eso, llegó a proponer una reforma agraria en la que la propiedad de la tierra pasara al Estado y éste la cediese al campesino por una renta o canon anual.
     En 1930, con motivo de una entrevista a Keynes en junio de 1930, cuestionó el optimismo economicista del intelectual inglés y se entabló una agria polémica entre el periódico El Debate y El Sol, a propósito de la visita que hizo a Madrid. En los últimos párrafos de la entrevista que hizo Bermúdez Cañete se recoge la visión que tenía la familia Keynes de España: "Es la hora de la cena inglesa. Me pongo de pie, mientras al preguntarle ritualmente por su opinión de España, la Sra. de Keynes, subrayando la admiración de su marido por nuestra patria y por Madrid (donde estará aún dos o tres días), agrega en correcto y cadencioso castellano: sí, España es un país ideal. El Museo del Prado, con sus Grecos, es único; Toledo es admirable y El Escorial una maravilla. Otras veces, he estado en Andalucía. Me gusta mucho con sus flores y sus ciudades; pero... y aquí pasa al inglés, para dar más fuerza a su pensamiento —prefiero a Castilla. La pobre España, que para comer ha de trabajar con ingenio y habilidad...". La entrevista finaliza con la siguiente reflexión del periodista baenense: "Lleva razón. Me despido. Y al ir a tomar el automóvil extranjero, el viejo pensamiento vuelve a mi: “todos lo decimos: Técnica y Economía es lo que nos hace falta”. ¿Por qué no lo haremos?".

EL TURISMO
Bermúdez Cañete veía el turismo como un instrumento importante para reducir el déficit comercial español, para lo que sugería una industrialización del sector. Entre las medidas que proponía para su mejora se encontraba una modernización de los ferrocarriles y del servicio que se prestaba, con la compra anticipada del billete, pero también con el establecimiento del "cheque de viaje" que permitiera el transporte del dinero a los turistas. Bermúdez Cañete insistía también en el incremento de la propaganda para dar a conocer los valores turísticos, el desarrollo de mejores establecimientos de alojamiento para los turistas o la conservación de los tesoros artísticos de España. "Propaganda múltiple, que será eficaz, que nos traerá ricos de todo el mundo, que es lo que nos hace falta... Hagamos de nuestra España un lugar de moda. ¿Que la moda es estúpida? Mejor; una razón más para explotarla", escribía en 1926. Asimismo, defendía las peculiaridades de la España profunda: "Cada pueblo debe tener sus trajes y sus costumbres típicas, que no pueden ser motivo de vergüenza".
     Y si el turismo era importante para Bermúdez Cañete, no menos la industria, sector que pensaba que debía ser el futuro de España: "Estamos convencidos, que la exportación de aceite, vino, naranjas y materias primas para variados sectores de la industria, etc., no basta para cubrir la importación de productos manufacturados, que corresponde a un país culto y moderno como es España. Aun cuando poseyera España muchas mejores condiciones para el cultivo, no bastarían sus exportaciones, porque no podría resistir la competencia de países menos poblados en los que las tierras y, por tanto, los productos serían más baratos". Por eso instaba a una explotación y transformación de los yacimientos minerales, mejorar la técnica utilizada, fomentar la investigación en la Universidad y proteger en los primeros momentos esa industria que estaba surgiendo. En aquellos convulsos años treinta, defendía la primacía económica sobre la política: "El problema de España no está en la libertad teórica que concede esta o aquella constitución, ni en la perfección puramente formal de un régimen, sino en el desarrollo económico que aumente el mísero nivel de vida de los españoles y en la educación individual y colectiva que nos haga más aptos para un régimen democrático y de libertad".

viernes, 12 de agosto de 2011


Las siete maravillas de Córdoba (II)

FRANCISCO EXPÓSITO. AGOSTO 2011.
Cualquier clasificación invita a diferenciar entre las festividades de interés turístico que tienen un origen religioso de otras que se vinculan a lo profano. Entre las primeras se encuentran los actos que se celebran en la Cuaresma. Los municipios de Cabra y Baena son los únicos en los que la Semana Santa está reconocida como fiesta de interés turístico nacional, aunque Puente Genil merece tal distinción por su peculiaridad y tradición. Si en Puente Genil destacan sus centenares de figuras bíblicas, en Cabra resalta su valioso patrimonio y tradición cofrade. En Baena asume el protagonismo las hermandades que tocan el tambor, destacando las dos turbas de judíos (coliblancos y colinegros) y las representaciones bíblicas. A estos tres municipios hay que unir una decena que tienen la declaración turística de Andalucía, entre los que se encuentran Córdoba, Priego, La Rambla, Montilla o La Rambla. Entre las fiestas de origen profano hay que destacar el festival de los patios de Córdoba,  de interés turístico nacional y patrimonio universal del mes de mayo. La celebración recupera el protagonismo de la típica casa andaluza, que hunde raíces en la Córdoba romana y musulmana.

EL CASTILLO MÁS IMPONENTE
El tiempo ha conservado algunas destacadas fortalezas de la provincia, mientras que ha derruido almena tras almena otros baluartes defensivos cuando en el siglo XIX y en el XX se utilizaron sus centenarias piedras como material de construcción para edificios civiles como almazaras. El perfil impresionante del castillo de Belalcázar, con su imponente torre del homenaje, ha quedado casi reducida a fachada por el deterioro que ha sufrido. Hace unos años fue elegido el monumento más representativo de Los Pedroches. José Manuel Cuenca Toribio y Joaquín Criado lo seleccionan como el más importante.
El camino de hierro del tren de alta velocidad permite observar en lo más elevado de un monte el perfil de uno de los que mejor se conservan, el castillo de Almodóvar. Sin embargo, para Mercedes Valverde, coautora de uno de los libros más completos sobre fortalezas de la provincia, tiene una especial significación el situado en Montemayor. “Es el menos restaurado y uno de los que más destacaría”, asegura.

EL CASCO HISTÓRICO
La provincia presenta algunos cascos históricos que han logrado conservar su esencia centenaria, como sucede con la localidad de Priego, cuna del barroco cordobés y un despliegue monumental en sus barriadas más tradicionales. La plaza ochavada de Aguilar mantiene su encanto constructivo, al igual que el casco antiguo de Montoro. Bellas imágenes se despliegan desde Iznájar, que convive con el mayor embalse de Andalucía. Sin embargo, cuando se cuestiona sobre el casco histórico de mayor atractivo no hay dudas. Reconocido como patrimonio de la humanidad por la Unesco, el conjunto monumental de Córdoba atrae cada año a miles de turistas ansiosos de conocer el entramado de callejuelas de la Judería, el lugar de encuentro de civilizaciones y religiones. “Amalgama de culturas varias y de estilos diferentes, síntesis de la larga historia de la ciudad, en el que cada periodo histórico ha dejado su impronta y le ha transferido su espíritu. Es un casco histórico vivo, con alma, cuya vida tenemos la bonita y honrosa obligación de conservar por los siglos de los siglos”, afirma Joaquín Criado. En la conservación incide también Cuenca Toribio. “Tengo la esperanza de que haya una auténtica política de conservación. Para mí es una de las maravillas del mundo, a pesar de su gran deterioro”, indica. Otro lugar de Córdoba, la Plaza del Potro, es para Mercedes Valverde el lugar de más encanto: “Es ilógico que no se declarase como patrimonio de la humanidad esta plaza del siglo XV”.

EL MONUMENTO NATURAL
Tres parques naturales (Cardeña-Montoro, Sierras Subbéticas y Hornachuelos), una reserva de la biosfera (Dehesas de Sierra Morena), humedales con la máxima distinción internacional (Lagunas del Sur de Córdoba) y dos monumentos naturales (Cueva de los Murciélagos y Sotos de la Albolafia) son algunos de los parajes protegidos por su riqueza ambiental, núcleos de especies emblemáticas como el lince ibérico, el lobo o el águila imperial.
Rafael Arenas es biólogo y jefe de servicio de la Consejería de Medio Ambiente en Córdoba. Para Arenas hay un espacio en la zona occidental de Sierra Morena que tiene un atractivo especial. Se trata de la Sierra de los Santos (Hornachuelos), “el área natural que mayor futuro tiene para la conservación de la biodiversidad”. El rasgo principal es la ausencia de elementos antrópicos (poblaciones, carreteras y líneas eléctricas) y una densidad de población muy baja. Como reconoce Arenas, en este paraje se localiza la mayoría de las parejas de águila real, perdicera, buitre leonado, buitre negro y cigüeña negra. “También se encuentran un tercio de las parejas reproductoras de águila imperial, y se esconde el único núcleo de lobo”, indica.
A menos de 20 kilómetros de Córdoba está una de las manchas de bosque mediterráneo mejor conservadas, la zona del Bajo Guadiato. Joaquín Reina, portavoz de Ecologistas en Acción, selecciona este paraje que se enmarca entre los términos de Villaviciosa, Hornachuelos y Córdoba y que reúne vegetación y fauna de gran riqueza ambiental, con lugares conocidos como los Baños de Popea, el arroyo del Molino, Guadanuño o Los Arenales. “Es una de las joyas de la naturaleza de Córdoba por su vegetación, situación estratégica y por la fauna existente. Las mejores manchas de monte mediterráneo de Andalucía están aquí”, indica.

miércoles, 10 de agosto de 2011


Las siete maravillas de Córdoba (I)

La historia deja huellas que abren puertas para revivir el pasado de una ciudad, lugar de encuentro de civilizaciones, cruce de caminos de íberos, romanos y musulmanes.

FRANCISCO EXPÓSITO. AGOSTO 2011
Córdoba y su provincia atesoran un patrimonio histórico, cultural y natural que ha sido reconocido por la Unesco, por los miles de turistas que descubren sus monumentos o por los investigadores que muchas centurias después tratan de encontrar respuestas a incertidumbres de cordobeses universales. El objetivo de las próximas líneas es presentar algunas de las maravillas que, por tenerlas tan cerca, pasan desapercibidas. Académicos e investigadores seleccionan cuál es el personaje más influyente de la historia de Córdoba, el edificio religioso que ningún visitante debería dejar de conocer, el monumento natural de más interés, la celebración festiva que nadie se debe perder, el casco histórico con más encanto, el libro publicado por un autor cordobés que todos deberían haber leído o el mejor castillo del amplio territorio provincial.

EL PERSONAJE MÁS INFLUYENTE
El paso de las culturas descubre biografías de cordobeses universales que protagonizan libros, reflexiones y mucho debate academicista. Por eso no resulta extraño la multiplicidad de opiniones cuando a un especialista se le pregunta: ¿Cuál es el personaje más influyente de la historia de Córdoba? Surgirán entonces nombres como Séneca, Maimónides, Averroes, Abderramán III, El Gran Capitán, Luis de Góngora o Niceto Alcalá Zamora.
José Manuel Cuenca Toribio, autor de la Historia General de Andalucía, investigador y catedrático emérito de la Universidad de Córdoba, destaca a dos escritores y a un gobernante. “Me partiría el alma entre Góngora y Juan Valera. Góngora es el mayor genio de la poesía española y Valera es el más cosmopolita de los cordobeses y uno de los mayores aperturistas de la España de los dos últimos siglos”, asegura Cuenca Toribio, que también tiene entre los cordobeses ilustres a Abderramán III, “un genio del poder, una de las personas que tuvo mayor capacidad y sentido del poder”.
Joaquín Criado es el director de la Real Academia de Córdoba. Como Cuenca Toribio, considera que Góngora debe figurar en cualquier selección. Así, piensa que la influencia de Góngora “está patente en infinidad de escritores en lengua castellana o española en los últimos 350 años”. Junto a éste, el otro personaje debería ser Séneca, “pensador de talla universal, que ha influido en filósofos y moralistas de todo el mundo en los últimos dos mil años”.
El profesor Joaquín Mellado, ex decano de la Facultad de Filosofía y Letras, marca diferencias, pero también relaciones, entre la cultura romana y musulmana cuando analiza la cuestión. Entre los cordobeses romanos selecciona a Séneca, por el impacto que tuvo su pensamiento en los siglos posteriores, mientras que en el Califato considera que hay que situar a Abderramán III, gobernante durante el que se produjo la eclosión de Córdoba.

EL MONUMENTO RELIGIOSO
Como sucede para los miles de visitantes que llegan a Córdoba, la Mezquita es considerada por los especialistas el principal atractivo, pero también uno de los más importantes de nuestro país, no sólo por la innovación que supuso en el arte musulmán, sino también porque integró el arte bizantino y fue modelo para posteriores construcciones. La directora de los museos municipales de Córdoba, Mercedes Valverde, no duda en resaltar su importancia: “Debemos considerarla como una de las siete maravillas del mundo”, asegura. “La Mezquita es el lugar donde el misterio de la divinidad se siente más fuerte”, afirma Cuenca Toribio.
El profesor Joaquín Mellado considera que la construcción de la Mezquita demostró la superioridad cultural de Córdoba en aquella época y establece una línea de conexión entre la civilización romana y musulmana. “Cuando triunfan los musulmanes, son conscientes de su superioridad cultural en el momento de edificar la primera mezquita. Para ello, sitúan en lugar de privilegio las columnas romanas en la Mezquita. Dignifican su monumento y lo engalanan con lo que consideran más digno”, precisa. Tampoco tiene dudas el director de la Academia: “La Mezquita-Catedral es un monumento único en el mundo, fruto de una colaboración necesaria y aceptada de tres civilizaciones o tres culturas para su construcción inicial”.
El recorrido del visitante no debe detenerse sólo en la Mezquita, también ha de haber tiempo para recorrer la Sinagoga judía, Medina Azahara o algunos de los templos barrocos de Priego, como la iglesia mayor de la Asunción, o la Catedral de la Sierra, situada en Hinojosa del Duque.

UN LIBRO UNIVERSAL
“La naturaleza me ordena ser útil a los hombres; sean esclavos o libres, de padres libres o libertos, de libertad legal o dada entre amigos. ¿Qué importa? Dondequiera que haya un hombre, allí hay lugar para un beneficio”. Séneca disertaba en el primer siglo de nuestra era sobre el arte de dar en su libro De vita beata (Sobre la felicidad), considerado por Ramón Román Alcalá, profesor titular de Filosofía en la Universidad de Córdoba, como la publicación que todo cordobés debería haber leído. El especialista en filosofía helenística piensa que siempre hay que hablar de dos o tres pensadores cordobeses, entre los que se encuentran Maimónides, Averroes y Séneca. Sin embargo, para Román Alcalá hay que resaltar De vita beata entre los grandes libros de todos los tiempos, junto con De la brevedad de la vida, también de Séneca. “Sobre la felicidad presenta un interés múltiple. Séneca es el primer autor que empieza a tratar temas actuales como la felicidad, la melancolía, la tristeza o la depresión. Aborda cuestiones de gran actualidad”, explica el profesor.
Los especialistas consultados no coinciden cuando tratan de seleccionar la publicación más relevante. Joaquín Criado señala Pepita Jiménez, de Juan Valera, pues considera que es “una de las mejores novelas psicológicas y costumbristas de todos los tiempos”. José Manuel Cuenca Toribio cita Historia de las agitaciones andaluzas, de Juan Díaz del Moral, y para Mercedes Valverde tiene un lugar especial en su biblioteca Paseos por Córdoba, de Ramírez de Arellano (continúa).

viernes, 5 de agosto de 2011

Pintura de Paco Ariza.

Desganados e incompetentes ante la crisis

FRANCISCO EXPÓSITO. 5 de agosto de 2011
De nuevo surge el debate sobre el adelanto del adelanto de las elecciones. No hay paciencia, sólo objetivos de miras a corto plazo. La dictadura de los mercados está gobernando España, están marcando quién debe estar al frente del Ejecutivo. Mientras tanto, algunos de los que participaron en el origen de la crisis se están frotando las manos con los beneficios de la especulación.
Europa no existe como unión. Está demostrado desde hace años. No ha interesado. Inglaterra se desmarcó hace tiempo y Alemania y Francia han buscado mercados fáciles sin fronteras para sus exportaciones. La historia juzgará a Zapatero por su incompetencia, pero también al partido de la oposición por su acoso y derribo en unos momentos críticos en los que obtener rédito político sobraba.
Las comunidades autónomas parecen darse cuenta ahora de sus dispendios, cuando la deuda las convierten en morosos a largo plazo. Sin embargo, pese a generar una alarma generalizada, se toman decisiones como la de la secretaria del PP y presidenta de Castilla la Mancha, María Dolores de Cospedal, de subir el sueldo a sus asesores en 4.000 euros. En Andalucía, siguen aún más perdidos. Griñán, el desganado, aporta poco para salir de la crisis. Está agotado tras décadas alejado del sector privado. La doble o triple administración sólo ha ocasionado sobregasto, ha favorecido intereses particulares y debates infértiles cargados de nacionalismo decimonónico.
Centenares de miles de andaluces, y también de españoles, no terminan de despertar. Formación, formación y formación. El problema es reintroducirlos en el sistema cuando sobrepasan los 35 años y tienen mentalidades de 50. El paro sigue marcando máximos. Las empresas siguen cayendo, el consumo se ha venido abajo. Y nuestros políticos pensando en mantener su posición, con discursos personalistas. Es lo que hay. Se ha perdido el respeto hacia los demás, al trabajo. La ilusión ha sido enterrada. Los derechos sociales conseguidos durante décadas se han deteriorado en meses. Toca sacrificio, mucho sacrificio, pero también responsabilidad y honestidad. Menos partidismo y más políticos capacitados.