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viernes, 12 de agosto de 2011


Las siete maravillas de Córdoba (II)

FRANCISCO EXPÓSITO. AGOSTO 2011.
Cualquier clasificación invita a diferenciar entre las festividades de interés turístico que tienen un origen religioso de otras que se vinculan a lo profano. Entre las primeras se encuentran los actos que se celebran en la Cuaresma. Los municipios de Cabra y Baena son los únicos en los que la Semana Santa está reconocida como fiesta de interés turístico nacional, aunque Puente Genil merece tal distinción por su peculiaridad y tradición. Si en Puente Genil destacan sus centenares de figuras bíblicas, en Cabra resalta su valioso patrimonio y tradición cofrade. En Baena asume el protagonismo las hermandades que tocan el tambor, destacando las dos turbas de judíos (coliblancos y colinegros) y las representaciones bíblicas. A estos tres municipios hay que unir una decena que tienen la declaración turística de Andalucía, entre los que se encuentran Córdoba, Priego, La Rambla, Montilla o La Rambla. Entre las fiestas de origen profano hay que destacar el festival de los patios de Córdoba,  de interés turístico nacional y patrimonio universal del mes de mayo. La celebración recupera el protagonismo de la típica casa andaluza, que hunde raíces en la Córdoba romana y musulmana.

EL CASTILLO MÁS IMPONENTE
El tiempo ha conservado algunas destacadas fortalezas de la provincia, mientras que ha derruido almena tras almena otros baluartes defensivos cuando en el siglo XIX y en el XX se utilizaron sus centenarias piedras como material de construcción para edificios civiles como almazaras. El perfil impresionante del castillo de Belalcázar, con su imponente torre del homenaje, ha quedado casi reducida a fachada por el deterioro que ha sufrido. Hace unos años fue elegido el monumento más representativo de Los Pedroches. José Manuel Cuenca Toribio y Joaquín Criado lo seleccionan como el más importante.
El camino de hierro del tren de alta velocidad permite observar en lo más elevado de un monte el perfil de uno de los que mejor se conservan, el castillo de Almodóvar. Sin embargo, para Mercedes Valverde, coautora de uno de los libros más completos sobre fortalezas de la provincia, tiene una especial significación el situado en Montemayor. “Es el menos restaurado y uno de los que más destacaría”, asegura.

EL CASCO HISTÓRICO
La provincia presenta algunos cascos históricos que han logrado conservar su esencia centenaria, como sucede con la localidad de Priego, cuna del barroco cordobés y un despliegue monumental en sus barriadas más tradicionales. La plaza ochavada de Aguilar mantiene su encanto constructivo, al igual que el casco antiguo de Montoro. Bellas imágenes se despliegan desde Iznájar, que convive con el mayor embalse de Andalucía. Sin embargo, cuando se cuestiona sobre el casco histórico de mayor atractivo no hay dudas. Reconocido como patrimonio de la humanidad por la Unesco, el conjunto monumental de Córdoba atrae cada año a miles de turistas ansiosos de conocer el entramado de callejuelas de la Judería, el lugar de encuentro de civilizaciones y religiones. “Amalgama de culturas varias y de estilos diferentes, síntesis de la larga historia de la ciudad, en el que cada periodo histórico ha dejado su impronta y le ha transferido su espíritu. Es un casco histórico vivo, con alma, cuya vida tenemos la bonita y honrosa obligación de conservar por los siglos de los siglos”, afirma Joaquín Criado. En la conservación incide también Cuenca Toribio. “Tengo la esperanza de que haya una auténtica política de conservación. Para mí es una de las maravillas del mundo, a pesar de su gran deterioro”, indica. Otro lugar de Córdoba, la Plaza del Potro, es para Mercedes Valverde el lugar de más encanto: “Es ilógico que no se declarase como patrimonio de la humanidad esta plaza del siglo XV”.

EL MONUMENTO NATURAL
Tres parques naturales (Cardeña-Montoro, Sierras Subbéticas y Hornachuelos), una reserva de la biosfera (Dehesas de Sierra Morena), humedales con la máxima distinción internacional (Lagunas del Sur de Córdoba) y dos monumentos naturales (Cueva de los Murciélagos y Sotos de la Albolafia) son algunos de los parajes protegidos por su riqueza ambiental, núcleos de especies emblemáticas como el lince ibérico, el lobo o el águila imperial.
Rafael Arenas es biólogo y jefe de servicio de la Consejería de Medio Ambiente en Córdoba. Para Arenas hay un espacio en la zona occidental de Sierra Morena que tiene un atractivo especial. Se trata de la Sierra de los Santos (Hornachuelos), “el área natural que mayor futuro tiene para la conservación de la biodiversidad”. El rasgo principal es la ausencia de elementos antrópicos (poblaciones, carreteras y líneas eléctricas) y una densidad de población muy baja. Como reconoce Arenas, en este paraje se localiza la mayoría de las parejas de águila real, perdicera, buitre leonado, buitre negro y cigüeña negra. “También se encuentran un tercio de las parejas reproductoras de águila imperial, y se esconde el único núcleo de lobo”, indica.
A menos de 20 kilómetros de Córdoba está una de las manchas de bosque mediterráneo mejor conservadas, la zona del Bajo Guadiato. Joaquín Reina, portavoz de Ecologistas en Acción, selecciona este paraje que se enmarca entre los términos de Villaviciosa, Hornachuelos y Córdoba y que reúne vegetación y fauna de gran riqueza ambiental, con lugares conocidos como los Baños de Popea, el arroyo del Molino, Guadanuño o Los Arenales. “Es una de las joyas de la naturaleza de Córdoba por su vegetación, situación estratégica y por la fauna existente. Las mejores manchas de monte mediterráneo de Andalucía están aquí”, indica.

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