Vistas de página en total

sábado, 4 de junio de 2011

EL PROGRESO DECADENTE

 

(Hace unos años inicié una serie de artículos de opinión que titulé 'Desde la Almedina'. Se publicaron en Diario Córdoba. Éste es uno de los que apareció entonces. Lo recupero por la actualidad que tiene el tema en nuestros días).

 

Con problemas sin resolver como la inmigración, la inseguridad alimentaria, la falsa democracia rural o la vulgarización mediática, nadie hablaba de la sociedad del bienestar cuando el camino más cercano era el del progreso decadente. Cuando recurrían a la convivencia de las tres culturas y olvidaban el llanto de los inmigrantes, que soñaban una realidad virtual porque eran incapaces de sobrepasar la puerta de los patios cordobeses, rehusaban a sus genes, quizás en evolución degenerativa espongiforme. De otra manera no se podía comprender la apatía cerebral de quienes se multiplicaban incapaces de romper los hábitos economicistas. Y menos cuando el progreso importaba inseguridad alimentaria en una provincia donde la agricultura y la ganadería avanzaban como vanguardia ecológica del sur de Europa. Pero el discurso de la sociedad invertebrada de la globalización era más tentador que una naranja de la Vega. Porque abundaban los líderes que tergiversaban la democracia en las zonas rurales, aquellos que convertían ‘El príncipe’ en catecismo de poder, idolatraban con brazo en alto a Pemán y se aburrían con ‘El Quijote’. Nadie se daba cuenta entonces, pero la intolerancia crecía, la pobreza creaba yacimientos en barrios de la ciudad y comarcas enteras se despoblaban mientras diferencias partidistas manchaban las páginas. Menos mal que aún podías encontrar en el compromiso solidario la verdad que ocultaba el discurso oficial y rehusar del redil de pelotaris surgidos de la vulgarización mediática.

(Diario Córdoba. 29-I-2001)

No hay comentarios:

Publicar un comentario